Consejos para encargar un traje MTM.

El mundo de la sastrería continúa creciendo. Sin embargo, tras analizarlo con calman, no parece hacerlo con la madurez que debería, o al menos la yo esperaba.
Somos pocos los que hablamos con la suficiente claridad y honestidad sobre la materia, y esto hace que la información correcta vaya calando entre los aficionados y usuarios con demasiada lentitud.

La motivación por escribir, una vez más, un artículo aclaratorio sobre este sector nace de la sorpresa constante que me llevo al comprobar el verdadero desconcierto que tiene un alto porcentaje de los usuarios. Me sorprende que las empresas, con la información disponible hoy día, sigan necesitando como argumento de venta la mentira. Pero también me sorprende que el potencial cliente siga dejándose engañar con tanta facilidad. No sé si porque realmente le apetece seguir pensando que lo que adquiere es mejor de lo que realmente es o por pura necedad.

Hace meses ya hablé de algunos de los mitos sobre Sastrería desmontados en este otro artículo, y hace ya unos años traté de explicar con claridad todos los conceptos iniciales que deberíamos conocer sobre los diferentes servicios ofrecidos en el mercado de la confección textil en este otro artículo.

Son ya muchos los que han contactado conmigo diciéndome que cuando van a cualquiera de los sitios de los que hablo en mi Blog el resultado no suele ser tan satisfactorio en sus trajes como el que muestro yo en mis reportajes. Lo que puede pensar cualquiera inicialmente es que podría existir un trato de favor hacia mí, que no existe hacia ellos. Sin embargo, aunque esto no creo que sea así, sí pienso que hay diferencias entre la forma que tengo de hacer mis encargos y la que generalmente realiza el usuario medio. Por eso hoy quiero reflexionar con vosotros sobre algunos de los hechos que considero que pueden provocar estas diferencias y también mostraros algunos de los trucos que uso para conseguir mayor éxito en mis encargos MTM.

Antes de empezar quería hacer hincapié sobre una realidad que considero clave en todo esto, y aún a riesgo de que pongamos el grito en el cielo y mi teléfono comience a sonar, es algo que tengo que decir sin reparos:

El 90% de los profesionales que se dedican al servicio Made To Measure tienen muy poca idea de lo que están haciendo.

Sí, es un porcentaje que lógicamente me he sacado de la manga, pero os garantizo que bien podría representar la realidad actual, y está basado en mi dilatada experiencia y conocimiento sobre un sector en el que llevo investigando casi 10 años.
Pero así es, por razones que veremos a continuación, la gran mayoría de los profesionales dedicados a estas lides tienen grandes lagunas de conocimiento, hecho por el cual aumenta exponencialmente el riesgo de error en el proceso de nuestro encargo.

Y es que la persona que nos atenderá en este proceso ni es ni tiene porqué ser un sastre (y no por ello es menos profesional). Sin embargo si debe conocer con maestría tres pilares básicos de la confección:

+ Los Tejidos.

+ La toma de medidas y comunicación con taller.

+ La prueba y teoría de composturas.

La falta de formación reglada y oficial hace que exista muy poca profesionalización dentro del sector y que estas tres ramas se aprendan con prisa, desconocimiento y sin criterio alguno en la mayoría de los casos. Además, la alta rotación de los profesionales dentro de los establecimientos hace que el proceso de aprendizaje sea constante con cada nuevo miembro, imposibilitando así la regularidad necesaria.

Otro factor a tener en cuenta es la alta competitividad de precios que potencia un afán desmesurado por la optimización de costes, llegando incluso a afectar a la experiencia de uso que recibe el cliente. Os lo explico mejor a continuación.

De forma resumida, las fases por las que pasa un encargo MTM son:

  1. Asesoramiento y elección de diseño y materiales.
  2. Toma de medida.
  3. Confirmación de pedido en taller.
  4. Confección en taller.
  5. Recepción de prendas ya terminadas y prueba con cliente.
  6. Ajustes según revisión en prueba.
  7. Prueba final y entrega. (Si no hubiera que hacer ningún ajuste final más).

Pues bien, hay dos factores determinantes dentro de este proceso:

+ El primero es que los talleres, e incluso el propio profesional, es consciente de su falta de conocimiento, por ello prefieren dar cierta holgura en las medidas (para no quedarse justo y no tener arreglo) o directamente confeccionar con mayor amplitud las prendas por no fiarse del todo de los datos aportados en la toma de medidas.

+ El segundo factor es que generalmente las prendas son confeccionadas en un taller externo, y cuando llegan para la primera prueba, rara vez vuelven de nuevo al taller original y para cualquier arreglo o ajuste se envían a una empresa local cercana o se internaliza el proceso dentro de la propia empresa.

Esto a simple vista puede parecer algo de lo más normal que no tendría mayor importancia dentro del proceso. Sin embargo, como decía, con el tiempo he descubierto que puede ser la clave que explicaría el por qué muchos de los usuarios de sastrería industrial no terminan de quedar contentos con su experiencia.

Consecuencias:

¿A cuántos os ha pasado que vais por primera vez a una sastrería industrial y os toman medidas y cuando llegas a la prueba el traje parece el de otro? Queda amplio por casi todos los rincones, y nos preguntamos entonces para qué nos cogieron medidas la primera vez. Eso se explica con el primer factor que os comentaba antes, que está basado en la falsa creencia de que todo traje que quede grande se puede ajustar pero no si queda ajustado. Y tiene parte de razón en cuanto a que será más fácil en la mayoría de los casos ajustar por exceso que por defecto, pero ¿No sería más fácil tratar de atinar a la primera y sólo en alguna medida conflictiva tirar de ese recurso?

Pues parece ser que no, que la mayoría de establecimientos/profesionales prefieren hacer lo contrario, presentando en la primera prueba prendas holgadas. Y claro, eso trae consigo los siguientes casos en la primera prueba:

  1. El cliente se da cuenta de ello (o el profesional le asesora correctamente) y se identifican y reclaman sus ajustes. Y en la mayoría de los casos suelen ser demasiados para dejar las prendas bien.
  2. El cliente se deja guiar por el cauto vendedor y acaba por convencerse de que el traje le sienta medianamente bien y las ganas de estrenar prenda nueva hacen el resto.

En el primer caso la factura del taller de arreglo, casi con toda probabilidad, puede devorar buena parte del margen de beneficio, con lo que atentaría directamente contra los intereses del establecimiento y por tanto, lógicamente, no es una vía que en el fondo se tome con agrado por parte del profesional, ya que es probable que su superior o el responsable de las finanzas le invite a reducir gastos de alguna manera.
Mientras en el segundo caso el cliente se llevará el traje con ganas e ilusión, pero con el tiempo descubrirá que no es lo que esperaba de todo aquello.

A todo esto hay que sumar el generalizado desacierto en la identificación de composturas por parte de los profesionales, debido a su palpable desconocimiento . Y esto obligará en muchos casos a multiplicar el número de arreglos, y visitas por parte del cliente, consiguiendo que éste poco a poco vaya desencantándose con el servicio recibido. ¿Os suena?

Conclusiones:

¡Debemos exigir! Exigir conocimiento por parte del que nos atiende, información precisa, veraz y clara, y sobre todo debemos exigir predisposición. Aquel profesional que atiende con desgana nuestras exigencias una vez fueron pagadas, y al que hay que insistirle en fijarse en ciertos detalles nos demuestra que efectivamente tiene poca idea de lo que está haciendo.

Para ello os diré los siguientes trucos que yo suelo seguir:

  1. Antes de realizar un encargo, dedícale unos minutos previos a tener claro lo que quieres y lo que buscas en cada prenda. Toda improvisación es fuente de posibles errores.
  2. No te dejes llevar por la elección de nimiedades como forros, botones, etc… Y preocúpate por los verdaderos detalles: Hombros, cruce, largos, anchos, proporciones…
  3. No dudes en hacerte entender de la manera que sea necesaria: Enseña fotos, dibujos, vídeos de lo que quieres y de lo que NO quieres en los detalles de tus prendas.
  4. Confirma cada detalle. Para ello es interesante pedir una copia de la hoja de pedido, o simplemente hacerle una foto con el móvil.
  5. En las pruebas sé sincero y di todo aquello que no te convenza, y sin reparo alguno pide que se ajuste a tus gustos y lo solicitado.
  6. No tengas prisas. Los ajustes y arreglos son parte del proceso y por ello debes contar siempre con al menos 2 meses desde que inicias el encargo.
  7. En la prueba ¡No te quedes inmóvil frente al espejo observándote! Camina, siéntate, agáchate a ponerte los zapatos, desabróchate la chaqueta, ráscate la espalda… Sólo así comprobarás no sólo si las prendas te sientan bien sino si son cómodas y se adaptan correctamente a un uso cotidiano.
  8. ¡Disfruta con todo el proceso! Si querías algo fácil y rápido haberte comprado un traje ya hecho.

Me gustaría añadir, a modo de reflexión, que dejemos ya de reclamar precios a la baja y seamos exigentes en la calidad de servicio, porque ambas cosas, nos guste o no, son conceptos totalmente contrapuestos que jamás convivirán bien. Toda empresa que maneje bajos márgenes de beneficio necesitará grandes volúmenes para subsistir, y ello afectará irremediablemente tarde o temprano en una merma de la calidad del servicio ofrecido. Comúnmente manifestado en incumplimiento de plazos, desgana en la atención, excesiva rotación de personal (mal pagado por baja cualificación), aumento de errores en el proceso, y un largo etcétera.

La Sastrería Industrial o Made To Measure ha supuesto una gran revolución por parte de la industria textil, ayudando a democratizar un servicio que antes, en su vertiente artesanal, sólo estaba al alcance de unos pocos adinerados. Pero todo tiene sus límites, y pretender disponer de una sastrería low-cost sólo porque preferimos acumular antes que organizar trae consigo, como estamos analizando hoy, complejas consecuencias.

Aprende a disfrutar de la Sastrería MTM con cabeza y criterio.

 

7 Comments

  • Julio Alonso dice:

    Excelente artículo. Valiente desde donde se publica, y acertado en el fondo. ¡Enhorabuena !

    • Me alegra que te guste Julio. Cada vez tengo las ideas más claras y analizo más las cosas. Y creo que hay cosas que alguien las tiene que decir.

      E iré diciendo, aclarando y aconsejando sobre cada vez más temas dentro de esta industria, porque creo que es mi forma de aportar lo que puedo a este sector.

      Saludos
      Salva

  • Víctor dice:

    Tal cual. Me hice un traje en Tom Black y el pantalón fatal. Tan mal que me repitieron el traje entero en otra tela (como si fuera la tela) y nuevamente, el pantalón fatal. Me pasó lo del punto 1.
    Luego me hice el tres piezas de mi boda en Fields y tb regular. (Lo quería para tirantes, le pusieron ceñidores y trabillas a la vez, y en vez de quitar las trabillas desmontando la cintura, ¡Las cortaron! Dejando un agujero. Surrealista. Bajos y mangas cortas). Me pasó lo del punto 2. Este último lo lleve a Arreglos Maudes y me lo han dejado bastante aceptable.
    Pero la experiencia no ha sido nada buena.
    Casi mejor comprarlo hecho, un buen patrón en la espalda y ale…
    De todas formas, mil gracias por tu ayuda y trabajazo, Salva.

    • Muchas gracias por tus palabras. Efectivamente somos muchos los que hemos pasado por estos errores. Y el problema es que como dejas caer, muchos ya se desesperan y desisten en su empeño de encargar ropa a medida. Y los profesionales no se dan cuenta del grave peligro de este fenómeno para el sector. Crear usuarios desencantados es un mal que puede traer grandes consecuencias.

      Saludos
      Salva

  • Salvador López dice:

    Enhorabuena por el artículo que demuestra su experiencia personal en estas lides.
    Me gustaría pedirle consejo sobre dónde acudir en Alicante, Murcia o Elche para conseguir un buen servicio MTM.

    Muchas gracias.

    Un saludo.

    Salvador López.

    • Hola tocayo.

      Me alegra que te guste el artículo. Aunque siento no poder ayudarte porque lo más cercano que conozco a esa zona es Sastrería Puebla en Valencia, que aunque realizan sastrería artesanal, seguro que tienen un servicio MTM también.

      Saludos
      Salva

  • Salvador López dice:

    Muchas gracias por contestar tan rápidamente.
    Lo he comentado por comodidad geográfica pero también tendré en cuenta la opción indicada.
    Gracias de nuevo.

    Salvador López.

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